Colaboración por Catalina Garroz
Dado que en Halasana el corazón está por encima de la cabeza, se trata de una postura de inversión en yoga. Es una de las más fáciles, no te dejes llevar por las impresiones. Es sencilla, y por eso tan usada en el yoga para principiantes.
Su nombre en español es postura del arado, refirié a los arados antiguos que usaban en la India. Esta ásana tiene múltiples beneficios, entre ellos nos ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a liberar la carga de la zona lumbar, ya que produce una elongación de los músculos dorsales. También estimula los órganos abdominales, a partir de su compresión, y aumenta la irrigación cerebral, teniendo efectos sobre el sistema simpático, que es el que controla las reacciones y los reflejos viscerales.
Por otra parte, brinda fuerza y flexibilidad a la zona de la espalda y el cuello, lo que aumenta la relajación y contribuye a desarrollar mayor equilibrio mental, ayudando también a combatir el insomnio.
Para realizarla, comenzamos tumbados boca arriba sobre el yoga mat, con los brazos estirados a ambos lados del cuerpo y las palmas de las manos apoyadas contra el suelo. Desde ahí, levantamos nuestras piernas estiradas hasta llegar a formar un ángulo de 90 grados, y lentamente llevamos nuestras piernas hacia atrás, al mismo tiempo que nuestras caderas suben hacia el techo, colocándolas por encima de la cintura escapular. Finalmente, apoyamos nuestros pies en el suelo mientras los brazos ejercen presión sobre él. El peso del cuerpo se encuentra repartido entre los brazos, los hombros y la punta de los pies.
A nivel profundo, la postura facilita la meditación (dhyana) y la concentración (dharana) centrando la atención en la zona de la garganta, plexo laríngeo, en la glándula tiroides donde se encuentra el chakra vishuddha.
Con estas ásanas o posturas y el desarrollo de sus beneficios, queremos evidenciar que el yoga va mucho más allá de un ejercicio de flexibilidad, pues aporta las claves para el equilibrio físico, mental y emocional, abriéndonos las puertas al desarrollo completo del ser humano. Esto nos permite relacionarnos amistosamente con la naturaleza y liberarnos de engranajes perjudiciales en nuestro desarrollo evolutivo.
Vestuario: Anahata Yoga Chile
Fotos: Alejandra Labra