La moda como arma de protesta

por | Oct 24, 2022

Una herramienta para expresar movimientos sociales y hacer historia.

Que la estética y vestimenta responden únicamente al culto del cuerpo e imagen y, por tanto, son catalogados como aspectos meramente superficiales, es una creencia limitante que está fuera de la verdad. La moda, convertida en la proyección de la propia imagen humana, impacta directamente en la sociedad.

Citando al cronista de arte y escritor inglés, Quentin Bell (1910 – 1996), “la historia de la vestimenta, es una historia de protesta”. La moda en sí misma representa una expresión, tanto individual como colectiva, que ha permitido resignificar el simple acto de utilizar una prenda en activismo político.

¿Cuáles son esas vestimentas que se convirtieron en símbolos de lucha? En este artículo haremos un repaso a los momentos clave de la historia en el que la ropa se convirtió en un arma de lucha social.

Sans-Culottes: Como respuesta al régimen monárquico, los revolucionarios franceses del siglo XVIII, conformaron un grupo para luchar contra los abusos, la pobreza y la mala calidad de vida. Esta colectividad compuesta mayoritariamente por obreros, campesinos, artesanos y agricultores, utilizaron la moda para identificarse.

En contraposición con los culottes que tradicionalmente utilizaban los miembros de la aristocracia, crearon un uniforme civil caracterizado por pantalones largos y holgados, ganándose el nombre de “Sans-Culottes” (sin calzones). Este tipo de vestimenta más ancha e informal representaban y celebraban las nuevas libertades que prometía la Revolución Francesa.

Los Sans-Culottes no solo jugaron un papel extremadamente relevante en el inicio de este movimiento político- social, sino que también fueron responsables de acontecimientos determinantes para Francia y para el rumbo de la historia de la humanidad, como lo fue la Toma de la Bastilla en 1789, el asalto al palacio de las Tullerías en 1792 y la condena a muerte en la guillotina del rey Luis XVI y su esposa María Antonieta.

Uniforme característico del colectivo “Sans-Culottes”
Créditos: Historiadeltraje.com

Blanco-Violeta y Verde: El 3 de marzo de 1913, un día antes de que Woodrow Wilson asumiera la presidencia de los Estados Unidos, más de 5 mil mujeres salieron a marchar a las calles de Washington D.C para exigir la creación de un enmienda constitucional que les otorgara derecho a voto. Esta protesta fue conocida como la “Procesión del Sufragio Femenino” (Woman Suffrage Procession).

Como herramienta propagandística, esta agrupación femenina creó un código de colores conformado por el verde (green), el blanco (white) y el violeta (violet), cuyas iniciales coinciden con GWV,“Give Women Votes” (denle el voto a las mujeres). Estos colores fueron elegidos por sus significados; el verde simboliza la esperanza, el violeta la libertad y dignidad y, el blanco, al ser un color accesible, representa la unidad del colectivo, independiente de estatus socio-económicos que lo conformaban.

Adicionalmente, el Movimiento por el Sufragio Femenino, dejó de lado los vestidos pomposos y corsés victorianos, para reemplazarlos por prendas más holgadas como las faldas anchas y trajes a medida, dando paso a una nueva era para las mujeres de la época.

Mujeres marchando en la Procesión del Sufragio Femenino”, 3 de marzo de 1913.
Créditos: U.S. Information Agency.

Zazú/Zazou: Este grupo de jóvenes franceses de los años 40, manifestó su descontento por las restricciones impuestas por los nazis, a través del uso de una vestimenta influenciada por la moda inglesa y estadounidense.

Las mujeres que pertenecían a esta subcultura de Francia, se caracterizaban por llevar chaquetas con hombreras, faldas cortas plisadas, medias de red y zapatos de suela ancha. Sus accesorios típicos eran los lentes de sol, pulseras y bolsos, y además, solían maquillar sus labios de color rojo y lucir el pelo ondulado.

En cuanto a los hombres, vestían chaquetas largas con muchos bolsillos, pantalones holgados, calcetines y corbatas de colores, tirantes y zapatos de suela ancha. Les gustaba llevar un paragua debajo del brazo, el bigote fino y pelo largo, una directa señal de rebelión a la ley decretada por los nazis que exigía que todas las barberías recolectaran y donaran pelo para fabricar pantuflas y suéteres.

Hippies: Este movimiento libertario y pacifista nació en los años 60 en Estados Unidos. Los hippies profesaban la revolución sexual, la preocupación por el medio ambiente, la anarquía no violenta y el rechazo al status quo capitalista y al materialismo. Se hicieron mundialmente conocidos por el movimiento social pacífico que conformaron, como modo de protesta contra la Guerra de Vietnam, acuñando la famosa frase “Hagan el amor y no la guerra”. 

En las manifestaciones lucían ropas coloridas, botas anchas, pantalones acampanados, poleras estampadas tipo “tie-dye” inspiradas en las drogas psicodélicas, faldas largas y sandalias. Las mujeres vestían sin sostenes, no usaban maquillaje y no se depilaban piernas ni axilas en señal de rechazo a los cánones de belleza impuesto. Además, usaban el cabello largo, tanto hombres como mujeres, en rechazo al servicio militar obligatorio.

Si bien, no lograron detener la guerra de Vietnam, los hippies congregaron a cientos de jóvenes estadounidenses en un movimiento social no violento que promovía la paz, algo impensado para la época de la Guerra Fría.  

Hippies protestando afuera del U.S Capitol. 
Créditos: Wally McNamee/Corbis/Getty Images

Minifalda y la segunda ola del feminismo: La minifalda ha estado presente en nuestra sociedad desde el antiguo Egipto, sin embargo, no fue hasta 1960 que esta prenda empezó a ser comercializada gracias a la diseñadora inglesa Mary Quant.

Esta nueva pieza de vestimenta generó un shock en la sociedad, siendo rechazada por reconocidos diseñadores como Christian Dior y Coco Chanel, quienes la calificaron como algo “simplemente horrible”. Aún así, gracias a íconos juveniles de la época como Twiggy, su popularidad aumentó rápidamente.

La minifalda no solo generaba polémica por ser considerada provocativa, sino porque se convirtió en un arma de activismo político de las generaciones más jóvenes de la época que luchaban por los derechos de la mujer, el feminismo y la liberación sexual.

12th June 1966: English fashion model and sixties icon Twiggy in the King’s Road, London. (Photo by Stan Meagher/Express/Getty Images)

Berets: Este sombrero, asociado con la cultura francesa, comenzó a ser utilizado por pastores en el Valle de los Pirineos, para luego ser integrado al uniforme militar en el siglo IX, transformándose en un accesorio esencial en los diversos ejércitos alrededor del mundo.

A pesar de su asociación con el mundo militar, el beret ha sido un símbolo de protesta y poder para grupos de diversas identidades, siendo uno de los más famosos el perteneciente al revolucionario Ernesto Che Guevara. Este político cubano y líder marxista, lució este tipo de sombrero durante todas las campañas y discursos en contra del gobierno de Fulgencio Batista, volviéndose una característica definitoria de su imagen pública y un símbolo de su política.

El beret también formó parte central del uniforme de movimientos como el Ejército Republicano Irlandés Provisional (PIRA), el grupo separatista ETA, The Young Lords Party organización latina revolucionaria, las unidades de patrulla ciudadana llamada los Guardian Angels y el Partido Pantera Negra.

Che Guevara con su famoso beret negro.
Créditos: Elpaís.com

Black Panthers Movement: Fundado en 1966 en Oakland, California, el Partido Pantera Negra era una organización política socialista-leninista que luchaba por los derechos de los afroamericanos y la segregación racial en Estados Unidos.  

Utilizaron un total black look compuesto por pantalones, chaqueta de cuero, anteojos de sol oscuros y una boina similar a la que utilizaban los soldados en la Guerra de Vietnam, dando a entender que los afroamericanos también estaban librando su propia guerra contra la injusticia y la discriminación.

Fue tal el impacto que tuvo esta agrupación en la comunidad afroamericana, que en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl del año 2016, la artista Beyoncé les rindió homenaje a través de la vestimenta utilizada, tanto por ella como por sus bailarines, celebrando así 50 años de la formación del Partido Pantera Negra.

Gilets Jaunes: Conocidos como chalecos amarillos, este movimiento social de protesta se originó de manera espontánea en áreas rurales de Francia el 2018 como respuesta al aumento en los precios del combustible. Desde entonces, se ha extendido a todo el territorio francés y a sus países vecinos, abriendo paso a nuevas demandas como la disminución del costo de vida, la renuncia del presidente Emmanuel Macron, entre otras.

Tal como lo menciona su nombre, el uniforme utilizado por este movimiento son los chalecos amarillos fosforescentes de seguridad que, por ley, todos los automovilistas franceses deben utilizar para tener mayor visibilidad en las carreteras en caso de algún incidente.

Justamente por su notoriedad, comodidad y valor accesible, está asociado con la clase trabajadora y es ampliamente entendido como una señal de socorro y angustia.

Protesta del movimiento de los Chalecos Amarillos
Créditos: EFE

El negro en los Golden Globes: En la famosa premiación hollywoodense de los Globos de Oro 2018, todas las mujeres que asistieron se vistieron completamente de negro para protestar en contra de las agresiones sexuales y la falta general de justicia para las sobrevivientes.

El llamado a utilizar este color provino del grupo Time`s UP, colectividad conformada por 300 actrices y otros miembros del entretenimiento femenino, luego de las acusaciones de agresión y violación contra el ex productor de cine Harvey Weinstein y otros altos ejecutivos de la industria.

 Actrices en la alfombra roja de los Golden Globes 2018
Créditos: International Women’s Development Agency

El blanco en el Congreso de Estados Unidos: Cada enero el presidente de turno realiza el Discurso del Estado de la Unión, en el que se informa sobre el estado del país y sus propuestas legislativas, siendo el mandatario el centro de atención. Sin embargo, durante el discurso del 2020 las protagonistas fueron las congresistas (en su mayoría demócratas) por estar vestidas de blanco con la finalidad de demostrar su unidad y compromiso con la defensa y la lucha por los derechos de las mujeres.

El color fue escogido para hacer homenaje a los cien años desde la ratificación de la enmienda 19, la que otorgó el derecho a voto a algunas mujeres, haciendo alusión a los atuendos blancos que utilizaban aquellas que pertenecían al movimiento sufragista. 

Discurso del Estado de la Unión 2020
Créditos: Drew Angerer/Getty Images

¿Que la estética y vestimenta responden únicamente al culto del cuerpo e imagen? Basta un poco de historia para desmitificar esa creencia ¿no creen?

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Periodista de profesión, pero comunicadora de alma. Apasionada por las letras y la historia. Busco utilizar la moda como herramienta de memoria colectiva, transformándola a su vez en un agente de cambio para las generaciones venideras. @sofialvarezr

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