Este cambio de ciclo ha sido único. La emergencia sanitaria genera una sensación de no acabar y pareciera que las energías no alcanzaron a renovarse con el Año Nuevo. Por eso queremos invitarte a empezar este 2021 con amabilidad, con una actitud positiva hacia la realidad.
Tal vez sea beneficioso darte un tiempo para observarte antes de hacer cualquier cosa: ¿sentiste el cambio de año o sigues en la misma energía? ¿Has hecho cierres o aún incomoda una situación de épocas pasadas? ¿Te estás dando espacios para descansar y conectar con tus sueños del alma?
Al darnos cuenta de lo que está pasando en nuestro interior podemos hacer algo al respecto. Aquí te comparto algunas ideas para que ejecutes de acuerdo con lo que estás necesitando:
Activa tu fuego matutino
Crea una rutina de mañana que despierte a tu cuerpo y a tu mente. Este tipo de actividades también estimulan tu motivación, tu fuego. Por ejemplo, estírate y muévete un poquito, masajea tus extremidades, medita o haz respiración profunda, toma agua tibia con limón para eliminar toxinas; agradece por el día que comienza y por las oportunidades que se acercan; conecta con tu objetivo principal para la jornada.
Conócete en el hoy
Regálate momentos de autoobservación, de conexión contigo, de mirarte con ojos más amables. Descubrir cómo te has transformado, quién estás siendo hoy, qué piensas del mundo y cómo lo vives es un buen paso para tu libertad.
Eso te va a ayudar a ser más consciente de tus necesidades y te permitirá tomar decisiones alineadas a tu mayor bien.
Sé más amable contigo
Tenemos la mala costumbre de maltratarnos. Entablamos un diálogo interno castigador cuando no hacemos todo perfecto y solemos caer en la culpa porque nos exigimos demasiado.
Pero ¿para qué seguir en esa dinámica cuando podemos hacer lo mismo tratándonos con más cariño? Transforma esas palabras con las que te regañas por otras más empoderadoras y expansivas.
Pon tu atención en el ahora
2019 y 2020 nos mostraron con fuerza la incertidumbre y, al menos hasta ahora, la tendencia sigue parecida. Claro, hablamos de “tiempos de incertidumbre”, pero lo cierto es que nunca hemos tenido certeza de lo que vendrá ni tampoco el control total que nuestra mente pretende.
La recomendación entonces es tener tu plan flexible a largo plazo, pero quedándote en el hoy, en las tareas a corto plazo que sí puedes ejecutar. Mientras más presente estás en el ahora, menos estrés generas pensando en lo que puede o no ocurrir. ¡Inténtalo!
Prioriza, prioriza, prioriza
Para muchas personas durante 2020 cambiaron las prioridades, tanto así que lo que antes era obvio dejó de serlo rotundamente. ¿Qué es importante para ti actualmente? Defínelo y ponle prioridad en tu vida, elígelo cada día y enfócate en que la mayor parte de tu energía esté dedicada a ello… Lo que cultivamos crece.
Cuídate extra
No me refiero a la mascarilla –que de todas maneras recomiendo usar–, sino que hablo de todo tu ser… Permítete descansar, dormir más y mejor, haz ejercicios, establece límites saludables, conecta con la naturaleza, pon atención a lo que te hace bien y date cuenta de lo que no suma.
Aprovecha este verano para agendar días de hacer nada. Créeme, necesitas recuperarte (incluso si tu objetivo es mejorar la productividad).
Practica la esperanza
Dicen que es lo último que pierde y yo creo que es, en muchos casos, lo que nos sostiene ante las adversidades. No se trata de cerrar los ojos a la realidad, sino de confiar en que esa realidad puede mejorar en el tiempo y, en ocasiones, si nosotros hacemos algo para que así sea.
Yo tengo la creencia de que el plan es perfecto y a veces no sé porqué ocurren las cosas, pero siempre sé que es parte de mi evolución. Eso mantiene viva mi esperanza.
Siento que hoy te escribo y me escribo, porque también estoy necesitando darme más espacios de quietud, más descansos. Así que te invito a hacerlo juntxs, propongámonos y avancemos con constancia en eso este año.
Desde mi experiencia, te comparto la certeza de que estas simples acciones dan frutos al poco andar. ¿Por qué no intentarlas?
Te deseo un 2021 genial.