La moda siempre ha sido un reflejo de la sociedad en la que vivimos, y en la era de la tecnología, esto se hace aún más evidente.
Desde la creación de los smartphones hasta la expansión del metaverso, la tecnología ha comenzado a influir profundamente en todos los aspectos de nuestra vida, incluida la moda, dando paso al surgimiento de prendas innovadoras y funcionales que se adaptan a las necesidades y el estilo de vida de cada persona.
Textiles que captan y procesan información
Los textiles son omnipresentes, ya que están en las prendas que vestimos, los vehículos que utilizamos para desplazarnos e incluso en los productos médicos como gasas y vendas. Pero, ¿qué ocurriría si estos textiles, que son parte esencial de nuestra rutina diaria, pudieran integrar datos y comunicarse con nosotros? Aquí es donde surgen los textiles inteligentes.
Los textiles inteligentes, también conocidos como e-textiles, son el corazón de esta revolución. Estos materiales incorporan componentes electrónicos que les permiten observar las condiciones del entorno, además de procesar información sobre el usuario, ya sea desde la temperatura corporal hasta el ritmo cardíaco.
El concepto de «material inteligente» surgió por primera vez en Japón en 1989, con la creación del hilo de seda con memoria, sin embargo los materiales con shape memory (utilizados, por ejemplo, en zapatillas y almohadas) y los geles poliméricos inteligentes de los años 70 sentaron precedentes, siendo los precursores de este nuevo tipo de material.
Hoy, los tejidos inteligentes han evolucionado considerablemente, llegando a ser considerados a veces como computadoras “vestibles” debido a su complejidad. Estos sistemas están diseñados para cumplir cinco funciones principales: ser sensores, procesar y almacenar datos, reaccionar frente a estímulos y comunicar, a la vez que su integración debe ser coherente con las características tradicionales de la ropa, como la comodidad y la durabilidad.
A nivel global existe gran interés por este tipo de materiales, su mercado está experimentando un gran crecimiento, especialmente en países en vías de desarrollo, donde el consumo de e-textiles va al alza.
Estética funcional e inclusiva
La convergencia entre la moda y la tecnología ha llevado a la creación de estos nuevos elementos que no solo ofrecen una estética futurista, sino también un rendimiento superior y capacidades interactivas. Desde tejidos que permiten sentir la música, hasta prendas que se adaptan al crecimiento, la innovación en el ámbito de los materiales ha revolucionado la industria de la moda.
Un artículo icónico de la confluencia entre estos elementos es “The Mirror Handbag”, una accesorio de la reconocida empresa CuteCircuit. Esta cartera, confeccionada en aluminio aeroespacial ultraligero, cuenta con un espejo acrílico grabado con láser que permite que la luz de los LED brille para crear animaciones y visualizar mensajes y tweets.
CuteCircuit se ha destacado como una de las compañías pioneras en el ámbito de la moda tecnológica. Desde el 2004, la empresa ha estado creando prendas smart que no sólo han adornado diversos museos alrededor del mundo, sino que también han conquistado las pasarelas y han llevado a colaboración con marcas de renombre histórico como Chanel.
La innovación de CuteCircuit ha trascendido incluso al vestir personalidades como Katy Perry y la banda irlandesa U2, con creaciones que fusionan la estética con la tecnología.
Entre las múltiples tecnologías y tejidos inteligentes que emplea la compañía, el micro-LED se ha convertido en su sello distintivo. Esta tela flexible y suave permite crear formas y colores ilimitados, convirtiendo las prendas en lienzos portátiles que abren un nuevo horizonte en la incorporación de la microtecnología en la moda.
Según Francesca Rosell, directora creativa de CuteCircuit, el surgimiento de estos textiles ha marcado un hito en la evolución de la industria, generando un antes y un después en la manera en la cual se aborda la moda.
«Todos los aparatos técnicos que ahora tienes que llevar contigo desaparecerán con sus sensores y procesadores en las fibras de nuestra ropa. Decidiremos por nosotros mismos qué encendemos y apagamos, pero la tecnología móvil y las redes sociales serán parte de nuestro armario«, señaló Rosell, en conversación con la periodista Nadine Kaminski.
Un par de años después, esta misma compañía lanzó “SoundShirt Pro o SoundShirt 2.0”. Esta versión moderna de la camiseta SoundShirt, lanzada originalmente en 2016, representa un avance significativo en la inclusión, ya que utiliza la háptica integrada para que aquellas personas con discapacidad auditiva puedan explotar el mundo de la música utilizando el tacto, convirtiendo cualquier audio en una experiencia multisensorial.
Con 28 microactuadores incrustados en la tela, esta prenda convierte la música y el sonido en sensaciones táctiles en tiempo real. Ya sea durante una presentación de orquesta en vivo o durante un juego virtual, cada sonido se transforma en datos que son capturados por los actuadores, permitiendo, de esta manera, que las trompetas se sientan en los brazos y la batería en la espalda retumbe en la espalda creando una inmersión total.
Esta creación también pone como parte central de su diseño la sostenibilidad. Con un diseño modular la SoundShirt asegura que todas las piezas puedan desmontarse y reutilizarse con la misma función en un sistema diferente , o simplemente reciclarse. Este enfoque de fabricación sin desperdicios garantiza que el producto aproveche al máximo los materiales disponibles, al mismo tiempo que minimiza su impacto ambiental.
Aprovechar las propiedades de estos nuevos materiales para reducir el gran impacto ambiental que produce la industria de la moda, es el motor de la marca inglesa “Petit Pli”.
Fundada en 2017 por el ingeniero aeronáutico Ryan Mario Yasin, Petit Pli se propuso redefinir la indumentaria infantil bajo la premisa de que «los diseños que satisfacen las necesidades humanas reales nunca serán desechados».
Para esto, utilizan un innovador sistema de pliegues permite que la ropa se estire de manera natural, adaptándose al cuerpo de los niños desde los 4 meses hasta los 3 años, lo que equivale a cubrir siete tallas distintas.
Prendas de Petit Pli Créditos: Le Journal Du Design
La inspiración detrás de esta tecnología proviene de los conocimientos adquiridos por Yasin trabajando con estructuras desplegables para satélites pequeños. Estas estructuras, que cuentan con paneles de fibra de carbono diseñados para doblarse en un espacio de hasta dos milímetros, junto con la técnica del origami, fueron la base para el desarrollo de la ropa infantil.
Al prolongar la vida útil de la ropa, Petit Pli contribuye significativamente a la reducción del impacto ambiental. Se estima que extender la vida útil de una prenda en nueve meses puede equivaler a una reducción de carbono y agua de entre un 20% y un 30% respectivamente.
En la intersección entre la moda y la tecnología, emerge un panorama donde los materiales inteligentes y las prendas innovadoras no solo marcan tendencia, sino que también desempeñan un papel crucial en la evolución de la industria textil.
Desde la estética futurista hasta la funcionalidad inclusiva, diversas empresas están liderando el camino hacia un futuro donde la ropa no solo se adapta a nuestras necesidades físicas y de estilo, sino que también se convierte en un elemento clave a la hora de experimentar el mundo.
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