En la búsqueda de una nueva forma de vivir, también he descubierto una nueva forma de ser. Y una de las lecciones más importantes que me ha dado el transitar hacia una vida lenta ha sido reconocer que todo es cíclico. Ciertamente no he descubierto nada nuevo, fue el filósofo Heráclito quien cientos de años atrás postuló que “lo único permanente es el cambio”, pero hay una gran diferencia entre estar de acuerdo con una premisa y realmente incorporarla en tu día a día.
Reconocer que todo es cíclico permite liberarnos de muchas estructuras y darnos paso a habitar esos cambios. Así como la luna tiene fases, el año tiene estaciones y es absolutamente normal que nuestros hábitos se modifiquen y busquen adaptarse a nuevas condiciones. El otoño es una época de fecundidad, es cuando las aves migratorias se encaminan a climas más cálidos y se oyen sus cantos potentes en cada vuelo. Esta estación nos regala el poder caminar sobre una pasarela de hojas secas, sentir su crujido, admirar sus colores y disfrutar del aroma terroso.
Melanie Choukas-Bradley, autora del libro Disfruta de un baño de bosque explica esta época como “una mezcla entre melancolía y excitación” y nos invita a rescatar algún tesoro que encontremos durante paseos otoñales. Puede ser una hoja caída o incluso un rayo de sol que atraviesa un follaje otoñal. Este ejercicio busca manifestar nuestra gratitud por las riquezas de la naturaleza y nos permite conectar con el presente, básicamente vivir slow.
Hasta el 21 de junio estaremos viviendo el otoño y quiero compartir algunas prácticas de autocuidado ideales para esta estación, que reconectan con la quietud del hogar y dan la bienvenida a crear nuevas intenciones para los días venideros.
Kerrilynn Pamer y Cindy DiPrima Morisse, fundadoras de CAP Beauty, web y tienda de belleza natural, y autoras del libro High Vibrational Beauty: Recipes & Rituals for Radical Self Care, recomiendan realizar algunas de estas actividades:
Libera tus emociones por medio de meditaciones o mantras Kundalini
No necesitas ser una experta, basta con que dediques 3 a 5 minutos diarios a esta práctica (idealmente al despertar). Puedes encontrar videos en YouTube o escuchar un mantra vía Spotify.
Limpia tu clóset
“Refinar, restablecer, renovar”. El propósito de este ejercicio es mantener solo cosas en tu vida que crean verdadera felicidad y tranquilidad.
Lleva un diario de intenciones
“El acto de poner la pluma sobre el papel, aclarar tus deseos y explicar cómo te sentirás cuando tus deseos se manifiesten, es un acto poderoso», mencionan las autoras. Además, puedes acompañar estas intenciones con cristales como la amatista, granate, fluorita y howlita.
Sumérgete en un baño de tina
«Los baños son una excelente manera de desintoxicarse y de tomarse un tiempo para ti misma», dice Pamer, quien recomienda este ritual por 20 minutos. Llena tu bañera con una o dos tazas de sales para aliviar los músculos y fomentar un mejor sueño, también puedes quemar un poco de palo santo para meditar y conectarte con tu espiritualidad.
Despierta y hornea
Comienza tu domingo matutino con aromas envolventes y el sonido crujiente de una granola casera. En una lata de horno combina miel de maple con arándanos y frutos secos y hornéalos hasta que queden dorados. Si buscas recetas, te recomendamos esta.
¿Te animas a practicar algunas de estas sugerencias?