Plastic Free July: ¿Qué tiene que ver tu ropa con este desafío?

por | Jul 4, 2022

Abrimos las puertas de nuestro clóset para reducir el consumo de plástico.

Recuerdo que en julio del año 2017, cuando Franca. aún era un ecommerce de moda sostenible, escribí un artículo que se llamaba “Julio sin plástico o el desafío que te hará pedir tu próximo Aperol sin bombilla”. De esta manera, como plataforma, nos sumábamos a la campaña internacional Plastic Free July (Julio Sin Plásticos, en castellano) e invitábamos a nuestra comunidad a sumarse a esta causa.

Cinco años han pasado desde ese artículo, y aunque la campaña sigue más vigente que nunca y su objetivo apunta a ayudarnos a reducir los desechos plásticos de un solo uso, la conversación en torno al uso y abuso de los plásticos y su impacto sin duda se ha complejizado y lo podemos extrapolar y conectar con varias problemáticas.  

El plástico proviene de fuentes fósiles no renovables, es decir, petróleo, lo que ya supone un problema en sí mismo. Pero para ser justas con este material, el problema no es el plástico en sí mismo, sino más bien la forma en que lo (sobre) utilizamos, especialmente para la producción de bienes que son rápidamente descartados. 

Descripción gráfico: Consumo mundial de combustibles fósiles. Consumo mundial de energía primaria por fuente de combustible fósil, medido en teravatios-hora (TWh). Fuente: Our World in Data.

Nuestro clóset también es parte del problema

Los plásticos están en todas partes. En ese sentido, nuestro clóset no está excepto de su presencia. Al igual que nuestro refrigerador, baño y donde miren a tu alrededor. Se estima que un 69% de nuestra ropa está confeccionada con materiales sintéticos, es decir, fibras hechas por el humano, donde la síntesis del material se hace a través de un proceso químico, a partir de materias primas no naturales, como el petróleo. Dentro de las fibras sintéticas se encuentran telas como el elastano, el nailon, el acrílico y el poliéster. 

De acuerdo al reporte Preferred Fiber & Materials Market Report 2021 de Textile Exchange, el poliéster es la fibra más utilizada en todo el mundo y tiene una cuota de mercado de aproximadamente el 52 % de la producción mundial de fibras en 2020. Al ser más económica que las alternativas naturales o artificiales, las fibras sintéticas en general, y el poliéster en particular, su presencia se ha consolidado dentro de la industria de la moda. El cual se ha visto impulsado por el frenético ritmo de producción y consumo que supone la moda rápida.

Y eso se ha convertido en un problema. 

En este minuto, se están produciendo toneladas de fibras sintéticas -no biodegradables- para producir prendas de vestir, las cuales han sido diseñadas para ser descartadas rápidamente, acumulándose en nuestros clósets, o peor aún, en los vertederos tanto legales como ilegales que hoy vemos en Chile y en muchos lugares del mundo. O sea, nuestra ropa es desechada casi tan rápido como ese vaso de polipapel en el que te tomaste un café en la mañana.

Las fibras sintéticas son el grupo de fibras hechas por el humano, donde la síntesis del material se hace a través de un proceso químico, a partir de materias primas no naturales, como el petróleo. Los químicos utilizados para la producción son derivados de combustibles fósiles, producidos artificialmente a partir de polímeros sintetizados, en su gran mayoría no biodegradables.

¿Qué son las fibras sintéticas?

Además de lo anterior, existe otro «pequeño» gran detalle asociado al abuso de esta fibra en la industria: la liberación de microplásticos. 

En este artículo te contamos todo sobre los microplásticos, y cómo contaminan de manera silenciosa, pero consistente, los océanos que tanto buscamos cuidar evitando el uso de bombillas plásticas, siendo responsables de uno de los tantos impactos a nivel medioambiental de la industria de la moda

¿Y qué hay de nuestro baño? Sí, recuerdo que también les mencioné que nuestra rutina de cuidado personal tampoco está libre de esos plásticos que tanto queremos evitar en otras áreas de nuestra vida. 

Lo más evidente es el uso -casi siempre excesivo- de empaques en la industria cosmética. En este artículo descubrimos que según Euromonitor, la industria de la belleza produjo 76.8 mil millones de unidades de plástico en el año 2017, y reflexionamos sobre cómo la industria abusa de este material, y cómo eso ha sido invisible para los y las consumidoras, hasta ahora. 

Pero el vínculo de la industria cosmética y los plásticos va -literalmente- más allá de sus envases. Nuestra colaboradora María José Romero expuso cómo incluso la cosmética “natural” puede presentar contradicciones entre sus dichos y sus hechos, algo que se pone en evidencia cuando leemos la etiqueta de ingredientes y entre ellos encontramos plásticos. 

Atentas a esta problemática, y en busca de soluciones o luces de esperanza, es que hemos encontrado esfuerzos, emprendimientos, colaboraciones o alternativas que nos permiten reemplazar plásticos de un solo uso hasta imaginar un futuro libre de ellos. Desde compras a granel, encontrar sustitutos para reemplazar el uso de plásticos desechables, hasta el desarrollo de nuevos materiales que podrían reemplazar los empaque plásticos, bioplásticos para la industria textil y el uso de bacterias que podrían descomponer el poliuretano.

Por una vida con menos plásticos 

Volviendo a la reflexión inicial: el problema no es el plástico en sí mismo, sino el uso indiscriminado y desproporcionado que hacemos de él. Y aunque no es fácil, sabemos que cuando empezamos a hacer pequeños cambios en nuestras rutinas y hábitos de compras, y además comprendemos cuáles son los beneficios y desventajas de este material en nuestro día a día, especialmente en nuestra forma de vestir, podremos tomar decisiones más conscientes.

Te invitamos a empezar este mes sumándote al desafío de un «Julio sin Plásticos», pero sobre todo, te invitamos a observar a diario tus rutinas, tus compras, las etiquetas de tu ropa, los envases de tu baño y casa, así como los ingredientes qué estos contienen.

Observar, para luego poder hacer un cambio. Un cambio que se ajusta a tu realidad de hoy, que puedes sostener mañana y avanzar en esa dirección los días, meses y años siguientes. No te preocupes, el camino no es lineal, pero ten por seguro que una vez que diste el primer paso, los siguientes siempre serán un nuevo avance. 

¿Vamos?

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Me inspira la moda, el respeto por la naturaleza y las personas, así como la belleza en todas sus formas, por eso el año 2016 fundé Franca. y desde ese entonces busco contribuir a vestir y vivir de una manera que combina la ética y la estética. @javiera_amengual

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